30/3/11

Avance. Programa 12: Aléjate de ellos

Todos los días, de camino a nuestro trabajo, universidad o instituto pasamos por delante de gran cantidad de personas. En muchos casos, por propia rutina, no nos detenemos si quiera a mirarles ni un segundo. Simplemente pasamos y ya está. Pero cada persona tiene su propia historia detrás. Incluso... puede que una historia oscura, de sangre y de terror.
En este nuevo programa vamos a indagar sobre los secretos de algunos seres "extraños". Personas que parecen normales y que en un momento dado nos las hemos podido cruzar por la calle, a pleno Sol... Casi mejor que haya sido así y no por la noche, pues dicen que la oscuridad despierta el instinto de estos seres.
¿Os atrevéis a venir? Nosotros como cada viernes acudiremos puntuales a nuestra cita.

21/3/11

LQE estuvo allí: La Casa de las Siete Chimeneas


La Casa de las Siete Chimeneas, hoy sede del Ministerio de Cultura, es uno de los enclaves más misteriosos de todo Madrid. El edificio comenzó a construirse en 1574 por encargo de Pedro de Ledesma, un montero del rey Felipe II. La casa no tardaría en quedar marcada por la muerte y la sombra de la conspiración.


Las malas lenguas contaron durante mucho tiempo que las siete chimeneas no eran otra cosa que la representación de los siete pecados capitales. Sobre este tejado muchos madrileños aseguraron ver por las noches a una extraña figura que se deslizaba ausente portando una misteriosa antorcha. Iba, según decían, vestida de blanco... ¿Tal vez la mortaja de la muerte?



La Casa de las Siete Chimeneas se encuentra ubicada en pleno centro de Madrid, concretamente en la Plaza del Rey... curioso nombre para una no menos curiosa historia de conspiración que se esconde detrás, entre bastidores y que los informes oficiales pasan por alto. Desde La Quinta Esfera os animamos a visitar este curioso rincón de la capital de España. Y recordad que si queréis conocer un poco más sobre algunos de sus secretos, ya podéis descargar nuestro programa nº 10 "Lugares del terror".
http://www.ivoox.com/18-03-2011-programa-10-lugares-del-terror-audios-mp3_rf_581456_1.html

19/3/11

La Psicofonía del Infierno


A estas alturas, el doctor Germán de Argumosa (1921-2007) no necesita presentación alguna. Baste decir, para quienes no le conozcan, que fue uno de los introductores de la Parapsicología en España, además de un escritor e investigador constante. Él fue quien investigó durante gran parte de su vida algunos de los casos parapsicológicos más sorprendentes de España, como por ejemplo el célebre caso de las Caras de Bélmez, del que mucho se ha escrito y tergiversado. Germán fue, en definitiva, un amante del Misterio.


Una noche, el doctor De Argumosa se encontraba en un edificio situado a las afueras de Madrid junto con unos amigos. Estos le pidieron que pusiese su famosa grabadora en la biblioteca de la casa, que se encontraba situada en la planta baja del inmueble. Allí aseguraban que sucedían sucesos extraños, que se escuchaban ciertas cosas y que esa estancia en particular era capaz de producír desasosiego y un mal estar general sobre las personas que la visitaban. Allí estaba pasando algo.

Germán accedió y puso en marcha la grabadora. Durante diez minutos, y estando la estancia completamente vacía y sellada, la grabadora captó unos sonidos terroríficos que no todo el mundo está capacitado para escuchar. Los sonidos parecían provenir, como su propio nombre indica, del mismísimo Infierno.
Lamentos, aullidos, golpes, insultos... todo un marchamo de voces inconexas componen durante diez minutos una sinfonía macabra.

Mientras el doctor estuvo con vida solo accedió a mostrar dos minutos de la grabación. ¿Cómo sería el resto? Aquí os dejamos un enlace a Ivoox en el que podéis escuchar parte de esa grabación; los dos minutos íntegros de algo terrorífico que no poca gente relaciona con la residencia de los Marqueses de Urquijo (hoy abandonada). ¿Es posible que esa grabación se hiciera allí?


Aviso: se cuenta que esta psicofonía mató a una persona, un individuo del que solo conocemos el nombre: Juan. Contiene algo diabólico, sin duda. Como dijo en su día el propio Germán, solo se debe escuchar si se está preparado. Si no, es mejor dejarlo.

18/3/11

Bajo Doñana, la Atlántida


Un equipo en el que participó la Universidad de Huelva afirma haber localizado la isla perdida de Platón en el parque nacional, donde habría sido sepultada por un 'tsunami'

La Atlántida, el paraíso perdido que describió el filósofo griego Platón y que desapareció tras un gran maremoto, podría estar en España, según una investigación que comenzó hace cinco años con unas fotos satelitales. Un equipo internacional en el que participó el profesor Richard Freund de la Universidad estadounidense de Hartford (Connecticut), cree que ha localizado la isla perdida en el parque nacional de Doñana. "Hemos descubierto un patrón geológico que no suele encontrarse en la naturaleza", aseguró Freund, que explicó que la estructura y la disposición de las grandes rocas detectadas demuestra que ha habido intervención del hombre y podrían ser los restos de la antigua isla.

La investigación, que cuenta con el apoyo de National Geographic, ha sido seguida por el canal especializado en ciencia, que ha recreado el descubrimiento en un documental que se difundió ayer en Estados Unidos y que llegará a España en junio.

Según contó Freund, en 2003, un equipo de científicos alemanes, dirigidos por Werner Wickboldt, descubrió en unas imágenes satélite del mar Mediterráneo unas estructuras rectangulares y varios anillos concéntricos que coinciden con las descripciones de la isla del filósofo griego. Entre las imágenes llamó la atención una de la marisma de Hinojos (Huelva) en la que destacan dos estructuras rectangulares y los restos de varios anillos concéntricos que las habrían rodeado, tal y como indicó el filósofo griego en sus escritos Timeo y Critias. Usando la descripción de Platón como guía y las fotografías satélite de lo que parece que es una ciudad sumergida justo al norte de Cádiz, Freund y su equipo trató de localizar esa isla que tenía 925 metros de diámetro y estaba rodeada por varias estructuras circulares, algunos de tierra y otros de agua.

Para determinar las coordenadas exactas de la isla, que según los historiadores fue sepultada por un tsunami, han utilizando una combinación de tecnología submarina, radar de profundidad del suelo y cartografía digital. El equipo se centró en las mediciones terrestres y marcaron el lugar donde excavar, hicieron análisis con carbono y confirmaron que en las capas correspondientes a la Edad de Bronce hay señales de que hubo una violenta tormenta o un tsunami en la zona.

Otro de los equipos, dirigido por los profesores de la Universidad de Huelva Juan Antonio Morales y Claudio Lozano, midió las formaciones geológicas que podrían pertenecer a la zona de la antigua bahía de Tartesos. Además, los análisis de radiocarbono hechos en Madrid y en Miami indicaron que la fecha límite para que hubiera habido un asentamiento en el parque nacional de Doñana es el 2500 antes de Cristo, que coincide con la aproximación hecha por los historiadores.

La imagen captada por el satélite es muy sorprendente e impactante. ¿Somos nosotros de alguna forma los herederos de los atlantes? Habrá que estar atentos y seguir de cerca las investigaciones de los expertos. De momento, solo una palabra ronda nuestras mentes: Perplejidad.

Esta noticia ha sido ofrecida por cortesía de Francisco J. Romo. ¡Gracias, amigo!

13/3/11

Anjikuni, la aldea de los perdidos


¿Puede un pueblo desaparecer de repente sin dejar un solo rastro? En La Quinta Esfera os propusimos un reto; investigar sobre uno de los casos más extraños en cuanto a desapariciones se refiere.
Por si os perdisteis el programa (ya está disponible en Ivoox) la historia es la siguiente:

Joe Labelle, un cazador de pieles, se dirigía como todos los días a llevar a cabo su labor. Pensaba que ese día iba a ser como cualquier otro: caminar por la espesa nieve canadiense, encontrar pieles y regresar al calor de su hogar, pero se equivocaba. Mientras se acercaba al lago Anjikuni, donde había una aldea de esquimales, se percató de que algo no iba bien. Las embarcaciones de los esquimales estaban desiertas, no había nadie trabajando. Pero aún más extraño fue lo que encontró después, al dirigirse a la propia aldea. Su rostro quedó desencajado al comprobar como las calles, las chozas y las cabañas estaban totalmente deshabitadas. Allí estaban las herramientas sí, incluso armas, pero no había rastro alguno de ningún esquimal.


Sorprendido, Joe Labelle se dirigió al telégrafo más cercano desde el que avisó a la Policia Montada de Canadá, que se presentó en la aldea a las pocas horas. Comenzanron a investigar la zona, y descubrieron sobre una acumulación de nieve varios cuerpos de perros que habitualmente eran usados como trineo para trasladarse los esquimales de un lugar a otro. Habían muerto de hambre. La pregunta entonces se hizo evidente: sin su medio de transporte ¿Dónde habían ido los esquimales?

Pero lo más extraño, si cabe, llegaría momentos más tarde, cuando varios miembros de la Policía se adentraron en el cementerio de la aldea en busca de pruebas. Lo que descubrieron allí les llenó de horror y desconcierto: las tumbas de los antiguos esquimales estaban abiertas, profanadas, y los sepulcros vacíos. ¿Qué era todo aquello? ¿Cómo era posible que un pueblo de 2.000 habitantes desapareciese de repente sin dejar un solo rastro, y que los muertos hubiesen desaparecido de sus tumbas?
Tal fue el estupor de la propia Policía canadiense, que decidieron reflejar todo lo sucedido en una carta que os adjuntamos a continuación:

Archived Record:
The Toronto Daily Star,
November 23, 1930
Lake Territory, Nov. 23. The Inspector for the Royal Canadian Mounted Police returned today to confirm the disappearance of an Eskimo village in the Northern Lakes region. Ten days ago, fur trapper, Joe LaBelle, contacted the RCMP to report a chilling discovery. While running a trap line, LaBelle snow-shoed out to an isolated Eskimo village on the shores of Lake Anjikuni, only to discover every inhabitant—man, woman, and child—had vanished from their huts and storehouses. “It was as if every one of them poor folk up and took off with no more than the shirts on their backs.”
Inspector Pierre Menard of the RCMP returned with his team’s findings today and confirmed the trapper’s story. The village had indeed been found abandoned under most strange circumstances. “In our search, we discovered undisturbed foodstuff, gear, and provisions but no sign of the villagers. Not a single footprint or track.” Even the Eskimos’ sled dogs were found buried under the snow, starved to death. But the most disturbing discovery of all was reported at the end: the Eskimos’ ancestral graves were found excavated and emptied. 


 ¿Suceso real? ¿Simple leyenda urbana? En el próximo programa seguiremos investigando e intentaremos descubrir toda la verdad. ¿Vosotros, qué creéis?

6/3/11

LQE. Los Archivos Secretos



El epitafio, breve, es estático frente al paso del tiempo. Es el último recurso de la desesperación para lograr que la larga mano del olvido no acampe de nuevo sobre lo que es justo.
El 22 de julio de 1975 se escribía una de las páginas más terribles de las últimas décadas en España. "Aquí mataron a cinco" era mucho más que una advertencia.
Cinco crímenes, ningún culpable. ¿Quiénes fueron los asesinos? ¿Acaso no dejaron ninguna huella en la escena del crimen?

(De izquierda a derecha: Juana Martín, José González, Manuel Zapata, Ramón Parrilla y Asunción Peralta).

A esta última pregunta debemos responder que sí, que evidentemente los asesinos dejaron pruebas. La pieza de la empacadora con la que fueron agredidos Manuel y Juana descansaba encima de la cama del dormitorio principal. Entonces... ¿Qué pasó? ¿Por qué no se utilizó esa prueba para identificar las huellas de los culpables?


La respuesta a esta cuestión es más sencilla de lo que a primera vista podría parecernos. Para empezar, Paradas, el pueblo al que pertenecía el cortijo Los Galindos no disponía de medios suficientes para llevar a cabo una gran investigación criminal. El cuartel de la Guardia Civil era entonces bastante pequeño; hasta tal punto es así que los textos que hemos examinado se refieren a el con el diminutivo de cuartelillo para indicar que se trataba, efectivamente, de una institución con pocos efectivos. Allí nunca pasaba nada.

Pero esto no lo es todo. Cuando a partir de las 4 de la tarde del 22 de julio, los habitantes de Paradas se enteraron de que algo extraño estaba pasando en el cortijo de los marqueses de Grañina, varios grupos de personas se lanzaron prestos por el camino de El Palomar en dirección a la finca. Allí, sobre todo en los primeros días tuvieron total libertad para acceder a todo el recinto, con las consecuencias negativas que ello conlleva. Muchas pruebas fueron tocadas por diferentes manos y trasladadas de un sitio a otro (entre ellas el diente de la empacadora) y así fue imposible efectuar un análisis científico posterior, tanto dactilar como criminalístico. Aún así, lo que se sacó en claro con el paso del tiempo fue que al menos dos hombres estaban implicados en aquel crimen. La razón era evidente: los restos de sangre indicaban que el cuerpo de Juana Martín habia sido alzado (por manos y pies) en un momento concreto y depositado en el interior del dormitorio principal, donde fue encontrado por el cabo Raúl Fernández y un guardia civil.


Han pasado los años, más de treinta, y el crimen ya ha prescrito. Parece que el silencio poco a poco va ganando terreno. Atrás quedaron las miradas desconfiadas entre los vecinos de Paradas y las noches de dolor e incertidumbre de los familiares.
Nosotros, con nuestro programa, hemos querido honrar la memoria de Manuel, Juana, José, Asunción y Ramón sin la intención de polemizar. Tal vez sea una pequeña pincelada a esa pared blanca en la que el tiempo un día escribió: "Aquí mataron a cinco".