Parecía increíble, pero aparentemente
era verdad. Hace unos días, una noticia cuanto menos curiosa se dejó ver tímidamente,
como si fuera una estrella fugaz, en algunos lugares concretos del ciberespacio.
Sin embargo, no trascendió a los medios de comunicación convencionales. Se quedó
ahí, prácticamente invisible y sola, a la espera de que tal vez algún día el
tiempo la borre para siempre.