14/6/11

Sueños premonitorios. ¿Qué hay al otro lado?


Desde la noche de los tiempos las culturas milenarias sintieron curiosidad por esa otra realidad que veían con sus propios ojos y que se desvanecía cada mañana al despertar. Los sueños fueron para muchos la conexión con lo desconocido; una llave a otros mundos donde poder obtener respuestas sobre el universo del caos. Así se forjó la idea de sueño premonitorio, pero… ¿Qué es un sueño premonitorio?
Si acudimos al diccionario de la Real Academia Española y buscamos entre las acepciones del término premonición, nos saldrá una palabra que no puede llevar a equívoco: presagio. Por lo tanto, un sueño premonitorio es tal por sus efectos, porque en un plazo de varios días aquello que hemos soñado se transforma en realidad, y es cuando decimos: (si no es demasiado tarde) ”Esto ya lo había soñado yo”.
Resulta curioso. Uno de los nexos entre las distintas religiones esparcidas a lo largo del orbe es precisamente los sueños, y más en concreto, los premonitorios. En la Biblia, José interpreta el sueño del faraón advirtiéndole de un periodo de siete años de buenas cosechas a los que seguirán otros siete de grandes desgracias. (Génesis 40, 25-31)

Rafael Sanzio. José interpreta el sueño del faraón. 1516-1517

Siglos más tarde, el padre de Jesús, San José, es instado a través de los sueños de que huya a Egipto, pues Herodes está llevando a cabo la matanza de los inocentes…
Un ángel del Señor se apareció en sueños a José, diciendo: Levántate, y toma al niño y a su madre, y huye a Egipto: y permanece allí hasta que te sea avisado” (Mateo 2:13).
Pero no sólo en la Biblia aparecen sueños premonitorios. En la religión budista, por ejemplo, el nacimiento de Buda le es anunciado a su madre a través de un sueño; y, aunque parezca extraño, los propios pilares del Islam se fundamentan y tienen sentido a través de elementos oníricos. Una aproximación hacia las suras del Corán nos descubre como Mahoma viajó a los cielos a través de un sueño, y de cómo Alá dictó al profeta las normas a seguir por su pueblo.
Fuera de las religiones, grandes descubrimientos como el de la fórmula de la química orgánica actual también se hicieron a través de un sueño. Es el caso de Friedrich August von Kekulé, quien trataba de descubrir la clave de la estructura molecular del benceno. Un día se quedó dormido y soñó con una serpiente que mordía su rabo formando un círculo; al despertar quedó asombrado al comprender que había visto la respuesta: la molécula del benceno también debía formar una especie de círculo.

En el ámbito de la música y de las artes también hay casos muy curiosos y poco conocidos como el de Paul McCartney, quien escuchó la melodía de Yesterday por primera vez en un sueño, al igual que le ocurriera años más tarde a John Lennon con su Imagine.
Quién no se ha preguntado alguna vez la procedencia de obras tan mágicas y extrañas como las de Salvador Dalí o Hyeronimus van Aken, el Bosco...

Salvador Dalí. La persistencia de la memoria. 1931

Sin embargo, hay otros sueños que nos avisan de que algo terrible está a punto de suceder. En La Quinta Esfera pusimos algunos ejemplos como el de Abraham Lincoln, pero hay muchos más. Sócrates antes de morir contó a Critón, su discípulo, que había visto a una bella dama que le llamaba entre sueños y le recitaba unos versos de Homero: “Dentro de tres días veréis los campos…” Y en efecto, así fue; tres días después una sentencia le condenaba a muerte.
Uno de los más sorprendentes, sin duda, fue el que tuvo Horacio Acavallo, campeón de los pesos mosca en la década de los 60 mientras estaba en Tokio. A los pocos días debía regresar en avión a Buenos Aires, pero tras un sueño muy impactante ordenó a su mánager cambiar los billetes. El avión que debía haber tomado explotó a los pocos instantes de despegar. Ocurrió un día aparentemente normal de 1965…
¿Qué son en realidad los sueños? ¿Es cierto que ya está todo descubierto? Después de estos dos programas dedicados al mundo onírico parece que no, que detrás de esa fase REM, en el otro lado, a quién sabe los kilómetros de distancia, aún quedan muchos secretos por descubrir.

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