13/3/11

Anjikuni, la aldea de los perdidos


¿Puede un pueblo desaparecer de repente sin dejar un solo rastro? En La Quinta Esfera os propusimos un reto; investigar sobre uno de los casos más extraños en cuanto a desapariciones se refiere.
Por si os perdisteis el programa (ya está disponible en Ivoox) la historia es la siguiente:

Joe Labelle, un cazador de pieles, se dirigía como todos los días a llevar a cabo su labor. Pensaba que ese día iba a ser como cualquier otro: caminar por la espesa nieve canadiense, encontrar pieles y regresar al calor de su hogar, pero se equivocaba. Mientras se acercaba al lago Anjikuni, donde había una aldea de esquimales, se percató de que algo no iba bien. Las embarcaciones de los esquimales estaban desiertas, no había nadie trabajando. Pero aún más extraño fue lo que encontró después, al dirigirse a la propia aldea. Su rostro quedó desencajado al comprobar como las calles, las chozas y las cabañas estaban totalmente deshabitadas. Allí estaban las herramientas sí, incluso armas, pero no había rastro alguno de ningún esquimal.


Sorprendido, Joe Labelle se dirigió al telégrafo más cercano desde el que avisó a la Policia Montada de Canadá, que se presentó en la aldea a las pocas horas. Comenzanron a investigar la zona, y descubrieron sobre una acumulación de nieve varios cuerpos de perros que habitualmente eran usados como trineo para trasladarse los esquimales de un lugar a otro. Habían muerto de hambre. La pregunta entonces se hizo evidente: sin su medio de transporte ¿Dónde habían ido los esquimales?

Pero lo más extraño, si cabe, llegaría momentos más tarde, cuando varios miembros de la Policía se adentraron en el cementerio de la aldea en busca de pruebas. Lo que descubrieron allí les llenó de horror y desconcierto: las tumbas de los antiguos esquimales estaban abiertas, profanadas, y los sepulcros vacíos. ¿Qué era todo aquello? ¿Cómo era posible que un pueblo de 2.000 habitantes desapareciese de repente sin dejar un solo rastro, y que los muertos hubiesen desaparecido de sus tumbas?
Tal fue el estupor de la propia Policía canadiense, que decidieron reflejar todo lo sucedido en una carta que os adjuntamos a continuación:

Archived Record:
The Toronto Daily Star,
November 23, 1930
Lake Territory, Nov. 23. The Inspector for the Royal Canadian Mounted Police returned today to confirm the disappearance of an Eskimo village in the Northern Lakes region. Ten days ago, fur trapper, Joe LaBelle, contacted the RCMP to report a chilling discovery. While running a trap line, LaBelle snow-shoed out to an isolated Eskimo village on the shores of Lake Anjikuni, only to discover every inhabitant—man, woman, and child—had vanished from their huts and storehouses. “It was as if every one of them poor folk up and took off with no more than the shirts on their backs.”
Inspector Pierre Menard of the RCMP returned with his team’s findings today and confirmed the trapper’s story. The village had indeed been found abandoned under most strange circumstances. “In our search, we discovered undisturbed foodstuff, gear, and provisions but no sign of the villagers. Not a single footprint or track.” Even the Eskimos’ sled dogs were found buried under the snow, starved to death. But the most disturbing discovery of all was reported at the end: the Eskimos’ ancestral graves were found excavated and emptied. 


 ¿Suceso real? ¿Simple leyenda urbana? En el próximo programa seguiremos investigando e intentaremos descubrir toda la verdad. ¿Vosotros, qué creéis?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

SOIS ESTUPENDOS,seguid asi y que sepais que os seguimos todos los viernes,por cierto (alguna pistilla sobre los esquimales)je je....desde Minglanilla -Cuenca-

La Quinta Esfera dijo...

¡Muchas gracias! ¿Una pista sobre los esquimales? Te dejamos esta: "Nada es lo que parece" Este viernes, la solución al enigma. ¡Un saludo para Minglanilla!