Chamberí, la estación del silencio

-          Papá, ¿Qué es ese lugar tan oscuro que se ve ahí enfrente?

El padre meditó durante unos segundos mientras el tren avanzaba a gran velocidad y se perdía en el laberinto de túneles. No había reparado en que a su lado un anciano de barba descuidada y traje negro había escuchado también la pregunta:

-          Una estación fantasma. Respondió con una voz áspera y la mirada perdida.

Y  el niño tembló, tembló de miedo...

Andenes (antes)

Durante muchos años, los viajeros del Metro de Madrid fueron testigos de unos andenes olvidados en mitad de la nada. ¿Qué era aquello? Se preguntaban muchos y, ¿Por qué estaba así?

Para responder a ello tenemos que viajar en el tiempo a 1966, año en el que el Ayuntamiento de Madrid decidió ampliar las estaciones de Metro y los propios trenes. La estación de Chamberí, dada su ubicación en curva y su cercanía con las estaciones de Iglesia y Bilbao resultaba un gasto inútil;  así que un buen día alguien estampó su firma sobre un papel y consintió lo inevitable. Al poco tiempo la estación se sellaría a cal y canto. Los obreros ocultaron la entrada a los ojos de la gente y adentro, por extraño que parezca, todo permaneció intacto, como si de una instantánea perdida se tratase. Arriba, la gente pasearía durante décadas en busca de sus quehaceres diarios y abajo, entre sus pasillos y andenes, reinaría el silencio.

Tornos (antes)

Pasaron los años, y la estación recibió curiosos visitantes. Gente sin techo aprovechó la oscuridad de los túneles para colarse en la estación abandonada y llorar sus desventuras entre sus muros. Otros llegaron con peores intenciones, y aprovecharon el vacío para destrozar esa instantánea perdida y transformarla en cultivo del exceso.

A partir del 2008 el Ayuntamiento de Madrid decidió rehabilitar el lugar y crear allí un Museo que mostrase por sí mismo las huellas de la Historia. Y allí están. El visitante que decida ir al Andén 0 se encontrará con avisos en papel de la época de Alfonso XIII, publicidad típica de la década de los 60 (diseñada en azulejos y no en papel) y por supuesto todo el mobiliario que se utilizaba entonces: desde las barreras de entrada al Metro, las taquillas donde se sacaban los billetes, las salas del personal, armarios, sillas; y también algunas historias curiosas y leyendas.

Escaleras de acceso a los andenes (antes)

La estación de Chamberí ha sido uno de nuestros nuevos retos. En nuestro programa contamos la cara oculta del lugar. Os animamos a que lo escuchéis a través de iVoox pues así nuestro viaje habrá sido completo. El viernes que viene volveremos para contar nuevas historias y desvelar algunos secretos. ¡Hasta pronto, quintaesféricos!!