15/12/11

Pequeños zombis

Mientras colgamos nuestro programa nº 7 que, como sabréis, nos ha dado algunos problemas técnicos, os adelantamos una extraña noticia relacionada con el programa. ¿Sabíais que también existen zombis en lo más profundo de la naturaleza? Ver para creer, pero así es. También os adelantamos que el próximo domingo, día 18, será nuestro último programa del año, en el que estamos preparando algo especial. Y es que se acerca el 2012...

Aquí os dejamos esta curiosa noticia:

La noticia saltaba a los teletipos a principios del 2011. Al parecer, un equipo de estudiosos había descubierto en Tailandia una especie de hormiga muerta con un extraño hongo sobre su cabeza. Este dato pudo ser corroborado por el equipo formado por David Hughes, entomólogo de la Universidad Estatal de Pensilvania (EEUU), que descubría algunos días antes un alto índice de insectos muertos con un extraño hongo sobre sus cabezas.
Este hongo, conocido científicamente como Ophiocordyceps unilateralis, o también de forma vulgar como “hongo zombi”, y que crece sobre las cabezas de estos insectos, por lo general, hormigas, es capaz de controlar sus cerebros y mantenerlos totalmente a su merced. La posesión es tal que incluso el hongo puede hacer que la víctima llegue hasta un lugar determinado, donde éste le obliga a expandir sus esporas. En ese instante mata al insecto, pues ya no le sirve, y espera paciente a otra nueva presa.
Hormiga de un bosque tropical de Brasil que muestra el hongo zombi sobre su cabeza. Foto: N. Geographic

Este fenómeno, aunque pueda parecer sorprendente, no es nuevo. Ya a mediados del siglo XIX, en 1850,  el naturalista británico Alfred Russel había tomado constancia de él en Indonesia, aunque según un artículo de la BBC, se llega a pensar incluso que su antigüedad se remonta a los 48 millones de años.
"Cuando otras hormigas saludables se acercan a los cadáveres de las infectadas, las esporas salen disparadas golpeando a las hormigas y convirtiéndolas en zombis." Comenta David Hughes, quien cree que existen miles de hongos en los bosques tropicales de todo el mundo y que cada uno selecciona a sus víctimas por diferentes motivos. Es más, añade que según sus averiguaciones, el hongo tiene dos frentes por donde atacar: por un lado se alimenta del insecto poseído, y en segundo lugar controla su sistema nervioso central y sus músculos.

La infección va pasando por distintas etapas. En la última, como podemos ver en la fotografía, antes de que la hormiga muera, el hongo adopta en este caso la forma de un tenedor que sobresale de la cabeza.
Hasta ahora se han podido detectar cuatro especies distintas de hongos. No sólo atacan a las hormigas, sino que también se han encontrado escarabajos, moscas y mariposas con este tipo de hongos saliendo de su cuerpo.
Ahora, la pregunta se hace inevitable: ¿es posible que una dosis elevada pueda afectar al ser humano? ¿Estamos ante el futuro apocalíptico que multitud de películas, libros, series y videojuegos nos han mostrado a lo largo de los últimos años? Da que pensar…

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