28/8/12

Un gran paso para un hombre


Neil Amstrong ha muerto el 25 de agosto de 2012.
El pasado sábado, 25 de agosto de 2012, una increíble noticia llegaba a todas las agencias de información. Neil Armstrong, el primer hombre en pisar la Luna, fallecía a los 82 años de edad por complicaciones en una operación cardiovascular. Es entonces cuando la incredulidad inicial cede al impacto de la realidad y el hombre que acaba de dejarnos se transforma en algo aún más grande si cabe de lo que era cuando vivía. Un símbolo. Una leyenda.

Cuando las futuras generaciones abran los libros de Historia verán las hazañas de algunas personas y las atrocidades de otras. Cuando lleguen a la página en la que aparece Neil Alden Armstrong (Ohio, EEUU, 1930) sus ojos verán a un hombre que no tuvo miedo. A un héroe, como dijo Richard Branson, dueño de la compañía aérea Virgin. Un héroe para todo aquel que mire a las estrellas y tenga un sueño.

El 20 de Julio de 1969, los tripulantes Armstrong, Aldrin y Collins alunizaban en pleno Mar de la Tranquilidad para cambiar la historia de la humanidad. Podemos imaginar los instantes previos al inicio de la misión. La difícil decisión de intentarlo o quedarse para siempre con la duda. Según declaraciones del propio Armstrong a la empresa auditora CPA Australia, el Apollo XI tenía un 50% de posibilidades de posarse en el satélite con seguridad, y un 10% de no poder volver a casa. De hecho, en el momento del alunizaje, los tripulantes llegaron a sufrir algunas complicaciones alimentadas por la difícil situación del terreno, siempre salpicado de cráteres y pendientes muy escarpadas. Complicaciones que fueron subsanadas por una brillante maniobra del comandante Armstrong al hacerse con los mandos del módulo Eagle.

Neil Amstrong se convirtió en un héroe al ser el primer ser humano en posarse sobre la Luna con el Apollo XI en 1969.
Y allí, a más de 380.000 kilómetros de la Tierra les esperaba la gloria. Estados Unidos, en plena carrera espacial con la extinta Unión Soviética alcanzaba el sueño de todos los hombres y mujeres a través de los siglos: poder viajar entre las estrellas y llegar hasta esa esfera blanca que poetas, científicos, escritores y curiosos habían señalado alguna vez con admiración.

No tuvo que ser fácil. ¿Cómo decide una persona formar parte de algo que tal vez le pueda costar la vida? Armstrong y sus compañeros lo hicieron. Dieron ese abismal paso para demostrar más que nunca que querer es poder y que en la vida cualquier meta puede llegar a ser posible.  

Desde La Quinta Esfera hacemos propias las palabras del Presidente de EEUU, Barack Obama, al señalar que el espíritu del descubrimiento de Neil vive en todos los hombres y mujeres que han dedicado sus vidas a explorar lo desconocido.  Sin duda, lo más precioso del mundo. Descanse en Paz, comandante de las estrellas.

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