31/3/13

Curiosidades históricas, o la Magia del corazón

 
"Aquellos que no recuerdan el pasado, están condenados a repetirlo".
 
Seguro que muchos de vosotros habéis escuchado esta frase en más de una ocasión. Y seguro que también os habéis preguntado a quién perteneció. La dijo ni más ni menos que Jorge Ruiz de Santayana, uno de los iconos de nuestra historia, aunque también la podéis encontrar a modo de advertencia triste en uno de los bloques del campo de concentración de Auschwitz-Birkenau, en Polonia.
 
Las palabras del filósofo y poeta español indican que conocer la historia y sus secretos tiene mucho que ver con el conocimiento de nosotros mismos. Con nuestras victorias y nuestras derrotas. Por eso, La Quinta Esfera decidió al principio de esta temporada contar con una sección que nos abriese una puerta casi dimensional, como diría Miguel Pedrero, hacia el pasado. Y fue entonces cuando llegó ella, siempre con su sonrisa, y con la ilusión intacta de quien comienza una nueva aventura.
 
Cuando Sandra Navarro empieza a hablar uno siente algo parecido a lo que debió sentir Napoleón frente a la grandiosidad de las pirámides de Egipto. Una sensación maravillosa que recuerda con ternura la imagen del niño que todos llevamos dentro. El niño que sueña cada noche con conocer un cuento distinto en compañía de su madre o de su hermana pequeña, y que al cerrar los ojos viaja, feliz, hacia esas otras realidades donde todo es posible y las estrellas se pueden tocar.
 
La versión alternativa del “Now we are free” de la película Gladiator o la identidad del pueblo más antiguo del mundo fueron solo el principio de un conjunto de misterios encriptados que solo se pueden comprender si quien los cuenta tiene auténtica magia. Y la magia, Sandra, es algo que no se aprende con la experiencia del día a día, ni tampoco haciendo cientos de programas, sino que se encuentra directamente en el corazón. En el fondo de nuestro corazón.
 
Lo mismo sucede con la lealtad y la disposición a estar siempre ahí. Algo que tú bien conoces y que también nos has enseñado. A veces, lo que te parece un pequeño gesto es en realidad un mundo entero, o quién sabe, un auténtico universo paralelo, para los demás. Por ello, gracias. Gracias por venir a ayudarnos en esta tercera temporada, pero sobre todo, gracias por ser tú.
 
No sabemos si os habéis dado cuenta, pero en el logo de LQE, aquél que diseñó Tomás Mora hace dos años, hay dibujados un sombrero, un cuerpo por definir que recuerda a la sección “Misterios del Cuerpo Humano” de Coral Melero, y una lupa. La lupa con la que se ven detalles imposibles de apreciar a simple vista y que algunos historiadores usan para descubrir misterios eternos. Y si lo piensas, Sandra, verás que en el fondo todo tiene un sentido, y que de alguna forma siempre estuviste aquí. Siempre te estuvimos esperando.
 
Contigo, con Coral y los que somos, La Quinta Esfera está completa.
 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sois un equipo maravilloso...pese a quien le pese,siempre mirando hacia delante,mucha suerte amigos!.