¿De qué material están hechos los sueños? ¿Cuál es la frontera que separa lo posible de lo imposible?
Hace dos años empezó un sueño maravilloso, algo que es difícil de describir con palabras. Aquél día era viernes y hacía frío. Lo recordamos como si fuera ahora mismo: la oscuridad del estudio, la música que entraba por nuestros oídos… Sin duda, hay momentos en la vida que son imposibles de olvidar o al menos, que luchan desde lo más profundo de nuestro ser para no poder hacerlo.
Ahora, si echamos la vista atrás, resulta curioso comprobar cómo aquél 7 de enero de 2011 nunca pudimos llegar a imaginar en los 50 programas que hemos realizado a través del tiempo, ni tampoco en la certeza de que hoy íbamos a estar precisamente aquí, escribiendo esta nueva entrada en el blog como lo hacíamos, tan tímidos y nerviosos, el primer día.
Lo cierto es que dos años dan para muchas historias. Algunas de ellas siempre fueron y serán eternas, como cuando nos adentramos por primera vez en los oscuros pasadizos de la Cueva de la Luna en Titulcia o cuando el año pasado estuvimos toda una noche contemplando el infinito desde el Cerro de los Ángeles.
Durante estos dos años hemos vivido momentos únicos, de viajes inolvidables como aquél verano tan caluroso en Bélmez, en plena Sierra Mágina, donde tuvimos el honor de estar cara a cara frente uno de los grandes misterios españoles; o también tener la oportunidad de descubrir otros lugares que hemos recordado tantas veces entre nosotros con cierta nostalgia como las conferencias de Madrid, Valladolid, Guadalajara y León. Esos viajes tan especiales repletos de anécdotas muy curiosas (y graciosas), donde hemos conocido a grandes amigos que tanto nos han aportado a lo largo de estos años. Y cómo no, cómo no recordar esos momentos tan íntimos como sencillos, pero a la vez tan importantes, como la preparación de cada programa: las risas, las bromas, las dudas, los miedos…
Sin embargo, cada uno de estos momentos nunca habrían sido posibles sin el aliento vital de tantas personas que han estado a nuestro lado, como nuestras familias, que creyeron desde el principio en nosotros con una fidelidad que emociona solo pensarlo y que siguen ahí cada domingo a pesar de las turbulencias y los fallos. También ha sido muy importante la comprensión y el apoyo de nuestros amigos, que entienden que no podamos estar con ellos todo el tiempo que a nosotros nos gustaría. Y por supuesto, nunca podríamos haber llegado hasta aquí sin el cariño y la presencia constante de nuestros oyentes e invitados especiales: aquellas personas que están ahí, que nos escuchan a través de las ondas, y aquellas que también nos hacen sonreír con un clic en iVoox o con un comentario en las redes sociales.
A todas esas personas que, tal vez sin vosotros pretenderlo, os habéis convertido en una parte esencial de nuestras vidas queremos deciros en este día tan especial, en nuestro segundo aniversario, que sois mucho más que simples números y cifras desconocidas. Que aunque no os conozcamos en persona, todos y cada uno de vosotros sois el motor que mueve nuestras ilusiones, la fuerza de estas palabras: la esencia de nuestros sueños... Cada uno de vosotros, almas tan próximas como lejanas en el espacio y tal vez en el tiempo, sois esa llave que el próximo domingo abrirá la puerta de nuestro estudio, y que con esa fuerza extraña que surge de los más profundo de nuestro corazón y que solo es comparable con el deseo de un niño, nos permitirá decir una vez más:
¡Bienvenidos a La Quinta Esfera!
Hace dos años empezó un sueño maravilloso, algo que es difícil de describir con palabras. Aquél día era viernes y hacía frío. Lo recordamos como si fuera ahora mismo: la oscuridad del estudio, la música que entraba por nuestros oídos… Sin duda, hay momentos en la vida que son imposibles de olvidar o al menos, que luchan desde lo más profundo de nuestro ser para no poder hacerlo.
Ahora, si echamos la vista atrás, resulta curioso comprobar cómo aquél 7 de enero de 2011 nunca pudimos llegar a imaginar en los 50 programas que hemos realizado a través del tiempo, ni tampoco en la certeza de que hoy íbamos a estar precisamente aquí, escribiendo esta nueva entrada en el blog como lo hacíamos, tan tímidos y nerviosos, el primer día.
Lo cierto es que dos años dan para muchas historias. Algunas de ellas siempre fueron y serán eternas, como cuando nos adentramos por primera vez en los oscuros pasadizos de la Cueva de la Luna en Titulcia o cuando el año pasado estuvimos toda una noche contemplando el infinito desde el Cerro de los Ángeles.
Durante estos dos años hemos vivido momentos únicos, de viajes inolvidables como aquél verano tan caluroso en Bélmez, en plena Sierra Mágina, donde tuvimos el honor de estar cara a cara frente uno de los grandes misterios españoles; o también tener la oportunidad de descubrir otros lugares que hemos recordado tantas veces entre nosotros con cierta nostalgia como las conferencias de Madrid, Valladolid, Guadalajara y León. Esos viajes tan especiales repletos de anécdotas muy curiosas (y graciosas), donde hemos conocido a grandes amigos que tanto nos han aportado a lo largo de estos años. Y cómo no, cómo no recordar esos momentos tan íntimos como sencillos, pero a la vez tan importantes, como la preparación de cada programa: las risas, las bromas, las dudas, los miedos…
Sin embargo, cada uno de estos momentos nunca habrían sido posibles sin el aliento vital de tantas personas que han estado a nuestro lado, como nuestras familias, que creyeron desde el principio en nosotros con una fidelidad que emociona solo pensarlo y que siguen ahí cada domingo a pesar de las turbulencias y los fallos. También ha sido muy importante la comprensión y el apoyo de nuestros amigos, que entienden que no podamos estar con ellos todo el tiempo que a nosotros nos gustaría. Y por supuesto, nunca podríamos haber llegado hasta aquí sin el cariño y la presencia constante de nuestros oyentes e invitados especiales: aquellas personas que están ahí, que nos escuchan a través de las ondas, y aquellas que también nos hacen sonreír con un clic en iVoox o con un comentario en las redes sociales.
A todas esas personas que, tal vez sin vosotros pretenderlo, os habéis convertido en una parte esencial de nuestras vidas queremos deciros en este día tan especial, en nuestro segundo aniversario, que sois mucho más que simples números y cifras desconocidas. Que aunque no os conozcamos en persona, todos y cada uno de vosotros sois el motor que mueve nuestras ilusiones, la fuerza de estas palabras: la esencia de nuestros sueños... Cada uno de vosotros, almas tan próximas como lejanas en el espacio y tal vez en el tiempo, sois esa llave que el próximo domingo abrirá la puerta de nuestro estudio, y que con esa fuerza extraña que surge de los más profundo de nuestro corazón y que solo es comparable con el deseo de un niño, nos permitirá decir una vez más:
¡Bienvenidos a La Quinta Esfera!
A todos. GRACIAS.
Sara, José Luis, Manu, Fran, Coral, Sandra, Chris.
No hay comentarios:
Publicar un comentario