La Quinta Esfera rinde homenaje a Miriam, Toñi y Desirée, las tres niñas de Alcácer

El 13 de noviembre de 2012 no fue un día cualquiera. Se adivinaba en la distancia que iba a ser un día triste y extraño. Una fecha para hacerse preguntas e intentar mirar al cielo en busca de una respuesta.

El equipo de La Quinta Esfera ha querido realizar, 20 años después de los hechos, un pequeño homenaje a Miriam García, Toñi Gómez y Desirée Hernández, los tres ángeles de Alcácer, con la intención de que su historia no se olvide y la esperanza de que algún día se sepa toda la verdad.

¿Qué pasó en Alcácer?

Ya han pasado 20 años y la sombra del crimen de Alcácer todavía planea sobre la sociedad española. ¿Qué sucedió aquél fatídico día?

Aquél 13 de noviembre de 1992 era viernes y la gente se preparaba para disfrutar del fin de semana.

La intención de Miriam, Toñi y Desirée, tres adolescentes de Alcácer (Valencia), era ir esa misma tarde a una discoteca que se encontraba en la localidad vecina de Picassent, pero no tenían a nadie que las llevara. Fernando, el padre de Miriam, se encontraba por aquellas fechas enfermo y no podía utilizar su vehículo por lo que las tres chicas decidieron hacer autostop.

A partir de aquí empiezan las contradicciones en la historia. Según la versión oficial, una pareja de novios llevó en su coche a las tres niñas desde Alcácer hasta una gasolinera de Picassent. Pero… ¿Sucedió así realmente?

El rastro de Miriam, Toñi y Desirée se pierde, siempre según la versión oficial, en esta gasolinera. Al parecer, una señora llamada María Dolores Badal aseguró ante el juez en repetidas ocasiones que, pasadas las 20 horas del día 13 de noviembre de 1992, vio a tres chicas jóvenes subir en un vehículo blanco donde supuestamente viajaban dos personas que serían identificadas como Miguel Ricart Tárrega, conocido como El Rubio, y Antonio Anglés Martíns, alias Asuquiqui, dos delincuentes habituales de la zona que arrastraban varios delitos por robo en entidades bancarias y tráfico de drogas.



Antonio Anglés Martíns y Miguel Ricart Tárrega.



Aquí se pierde la pista definitiva de Miriam, Toñi y Desirée. Los padres, al comprobar que era tarde y que sus hijas no habían regresado, comenzaron a buscarlas sin éxito hasta que a la mañana siguiente, el 14 de noviembre de 1992, denunciaron la desaparición de las niñas en el cuartel de la Guardia Civil de Picassent.

Lo que sucedió después de que presuntamente las niñas subiesen al coche blanco (teoría que algunos investigadores ponen en duda) es, 20 años después, un auténtico misterio.

Según la declaración decisiva del sumario que pertenece a Miguel Ricart, (el único condenado por los asesinatos de Miriam, Toñi y Desirée a 170 años de prisión) el verdadero culpable de los hechos fue Antonio Anglés, quien instó a El Rubio a pasar de largo de la discoteca Coloor para llevar a las niñas a una caseta de campo donde las torturó, violó y asesinó a la mañana siguiente en presencia de su amigo.

Posteriormente, el 27 de enero de 1993, unas horas después del hallazgo de los cuerpos de las niñas en el interior de una fosa, la Guardia Civil siguió una pista que se encontró en la escena del crimen y se presentó en la casa de los Anglés, en la localidad valenciana de Catarroja, pero el presunto asesino ya había desaparecido. Y así nació el mito.

Antonio Anglés, un hombre que había sido detenido en 34 ocasiones con anterioridad, y que no contaba con ninguna experiencia en fuga de fronteras, fue capaz de saltar de un cuarto piso, escapar a una redada policial con helicóptero incluida, cruzar de este a oeste España (dejando ‘descuidadas’ por el camino algunas pistas tan importantes como sus propias fotografías de carnet) para llegar a Portugal, y por último, embarcarse sin ser visto en un barco que se dirigía a Irlanda donde, según la historia que siempre nos han contado, antes de llegar a las costas de Dublín saltó al agua para desaparecer para siempre.



Ficha policial de Antonio Anglés.



La investigación del caso Alcácer estuvo marcada desde el principio, según algunos especialistas como el periodista Juan Ignacio Blanco, por una gran cantidad de errores que marcaron de alguna manera el rumbo de la investigación.

Pepe Criminólogo, (nickname de un investigador valenciano al que hemos entrevistado para la nueva edición de La Quinta Esfera) afirma que uno de los grandes fallos de la investigación del caso Alcácer se encuentra en la propia cronología de los hechos; un timing o secuencia temporal que no encaja y que recuerda mucho a uno de los sucesos recientes de los últimos meses, el caso Bretón, donde el juez encargado de la investigación dudó desde el principio del relato del padre de Ruth y José, los niños de Córdoba. ¿Por qué esto no ocurrió en el caso Alcácer? ¿Por qué se tomaron como válidas las declaraciones de un hombre (Miguel Ricart) que se contradecía y que daba detalles que los investigadores sabían que eran totalmente falsos?

Una de las personas que más ha luchado por descubrir la verdad es Fernando García, el padre de Miriam. Él, junto con el periodista y criminólogo Juan Ignacio Blanco (quien escribió uno de los trabajos más completos sobre el caso titulado ¿Qué pasó en Alcácer? que terminó censurado) emprendieron un camino lleno de peligros para intentar demostrar que el crimen de Alcácer era más complejo de lo que muchos pensaban. Y como afirma otro gran investigador, Francisco Pérez Abellán, tal vez los dos solos estuvieron muy cerca de atrapar a los culpables.

El día 13 de noviembre de 2012 se cumplieron 20 años de la desaparición de Miriam, Toñi y Desirée y todavía son muchas las personas que piensan que el caso Alcácer sigue abierto. Nosotros nos hemos hecho eco de esas voces y hemos realizado un programa de investigación para intentar descubrir la verdad y también con la intención de rendir un pequeño homenaje a las niñas de Alcácer. Todo ello con la colaboración de José Juan Requena y Pepe Criminólogo, dos investigadores valencianos que poseen una serie de evidencias que se alejan de la versión oficial de los hechos.



Estatua erigida en recuerdo a Miriam García, Antonia Gómez y Desirée Hernández.
Cementerio de Alcácer (Valencia).



Desde La Quinta Esfera esperamos que la historia de Miriam, Toñi y Desirée nunca se olvide y que algún día, si es posible, se haga Justicia. Las niñas, sus familias y las personas que vivieron aquellos días tan trágicos lo merecen. Siempre lo han merecido.